Pide Alemania que su pan de mesa sea Patrimonio de la Humanidad

Los alemanes adoran el pan y afirman estar a la vanguardia en lo que se refiere a su variedad, por lo que existe una corriente de opinión en el país que pide que se lo designe Patrimonio de la Humanidad.


Cuando en Alemania se habla de pan se está haciendo referencia al producto con el que se come la amplia variedad de embutidos y de quesos que se producen en el país. En el país existen 300 tipos de pan y dos mil 526 mezclas y variaciones, de acuerdo a la Asociación Central de Panaderos Alemanes.

Esa Asociación es la que pide que se proteja la diversidad del pan de mesa de Alemania con la etiqueta de la UNESCO. La producción anual de pan de mesa en Alemania es de un millón 928 mil toneladas al año, de acuerdo a esa fuente. El volumen de negocios anual de esa industria es de 13 mil 150 millones de euros.

Hay pueblos en el mundo, como el chino, que se alimentan sin pan, pero en Alemania ese producto tiene tal importancia que un pensador afirmó que era posible vivir sin comer pan pero que eso le quitaba el sentido a la vida… a la vida de un alemán.

La Asociación Central de Panaderos Alemanes es la que lleva un exacto registro de los tipos de pan que se producen en el país, en el “Registro Alemán de Pan”. El director de esa Asociación, Peter Becker, manifestó que se trata de variedades de pan con diferencias significativas unas de otras.

Destacó que lo que importa con llevar a cabo ese registro no es asentar el número de variedades de pan de mesa que se producen en el país sino probar que “Alemania es un país de Cherezada en lo que se refiere a pan”.

En Alemania hay panaderías en casi todas las esquinas y muchas de ellas son de pan artesanal que amasan y hornean personalmente los panaderos orgullosos de ofrecer sus especialidades.

El paladar alemán, además, distingue inmediatamente entre el mismo tipo de pan procedente de dos panaderos diferentes, nota sus diferencias y se decide por uno u otro. El consumo de pan en Alemania es de 53 kilos anuales per cápita.

Alemania también es un país de museos y naturalmente hay varios dedicados al pan. El más representativo es el de Ulm, en Bavaria. Su nombre es “Museo de la Cultura del Pan” y su finalidad es presentar en forma amplia su historia, el arte de hacerlo, su importancia político-social y el desarrollo de la técnica para manufacturarlo.