jueves, 6 de junio de 2013

Lo que debes saber sobre la vejiga hiperactiva






El urólogo Mario Sandoval señaló que pueden provocar vejiga hiperactiva los cambios hormonales, enfermedades crónicas e infecciosas y el hecho de tomar algunos alimentos o medicamentos.


“Es una afección que no tratada llega a limitar el desempeño de las personas en las diferentes esferas de su vida”, enfatizo el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, quien encabeza la Unidad de Trasplantes y Nefrología del Hospital de Especialidades.

Explicó que el síntoma que más caracteriza a la vejiga hiperactiva es el deseo frecuente de orinar e incluso la pérdida involuntaria de líquido urinario (incontinencia).

Añadió que otros factores que facilitan el desarrollo de hiperactividad vesical incluyen lesiones a nivel de la columna, así como procesos inflamatorios de órganos o estructuras cercanas a la vejiga, entre los que citó la hiperplasia o agrandamiento de la próstata.

En condiciones normales, dijo, una persona orina en promedio cada tres horas y cada riñón produce alrededor de 50 mililitros por hora, aunque aspectos como el clima y la ingesta de líquidos pueden modificar la frecuencia.

En las personas con hiperactividad de vejiga, la velocidad de llenado y vaciado de dicho órgano cambia a grado tal de que “si no hay un baño cercano, apenas alcanzan a llegar o inclusive llegan ya mojados”.

Explicó que los pacientes crónicos como los diabéticos y los hipertensos, en función no solamente de su patología, sino de los medicamentos que deben de tomar para el control de dichas enfermedades son especialmente proclives a desarrollar vejiga hiperactiva.

Agregó que los medicamentos antihipertensivos, provocan un efecto de laxitud en el cuello de la vejiga, donde se une a la uretra (conducto por el que sale la orina), de manera que ante cualquier esfuerzo pequeño como toser, por ejemplo, suelen tener salidas involuntarias de orina.

Por otro lado el alcohol, el picante e incluso los frutos secos como las nueces, al ser irritativos de la vejiga, así como las infecciones de vías urinarias también pueden provocar en la persona hiperactividad vesical.

Personas ansiosas, depresivas o bien en fase de perimenopausia, son también muy susceptibles a desarrollar hiperactividad vesical, por lo que para llegar a un diagnóstico de la enfermedad se requiere de un interrogatorio acucioso además de estudios de laboratorio y ultrasonido pélvico, dijo el médico.

El tratamiento que generalmente es farmacológico, depende del origen de la hiperactividad de manera que atacando el origen, el problema se resuelve, aunque en otros casos, en que la molestia persiste, se recurre a la aplicación de toxina botulínica (botox), que por su efecto paralizante, reduce el movimiento excesivo de la vejiga.

Lo importante, señaló el médico, es que si la persona nota cambios en su frecuencia y urgencia al orinar, debe buscar atención médica inmediata para evitar que la enfermedad avance y que no sólo le implique un problema de salud, sino que lo aísle familiar y socialmente.




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